De Andaines al
Monte Saint-Michel

Situa­da en el inte­rior del parque regio­nal de Nor­man­día-Maine, esta esta­ción termal es un lugar de des­can­so para todos los aman­tes de la natu­ra­le­za. 250 kiló­me­tros de sen­de­ros a dis­po­si­ción de los aman­tes del sen­de­ris­mo y la equi­ta­ción. Un esplén­di­do entorno en el cora­zón del bosque de Andaines. 

En el peque­ño muni­ci­pio de Saint-Denis-de-Ville­net­te, Marie y Pascal le espe­ran en Ferme de la Pré­mou­diè­re para una inmer­sión en un entorno rural y pre­ser­va­do. Posi­bi­li­dad de alo­ja­mien­to y desa­yuno y nume­ro­sos talle­res para com­pren­der mejor el eco­sis­te­ma del Calvados Domfrontais.

El pasado medie­val de esta loca­li­dad se hace pre­sen­te en cada recodo de la ciudad alta: un impo­nen­te cas­ti­llo, patios empe­dra­dos, casas con entra­ma­do de madera y mura­llas. Hay dos igle­sias des­ta­ca­das que los ver­da­de­ros aman­tes de la his­to­ria no deben per­der­se bajo ningún concepto.

Cons­trui­das en 1962, las bode­gas del « Comte Louis de Lau­ris­ton » alber­gan hoy los teso­ros olvi­da­dos pro­ce­den­tes de las des­ti­la­cio­nes clan­des­ti­nas y una colec­ción única de añadas. Una tra­yec­to­ria his­tó­ri­ca inse­pa­ra­ble de las extra­va­gan­tes aven­tu­ras del « James Bond de la goutte » alias de uno de los mayo­res tra­fi­can­tes de calvados. .

Basta pres­tar el oído atra­ve­san­do Mor­tain para oír cómo retum­ba. Entre un estre­cho cañón de aguas bravas y un extra­or­di­na­rio entorno rocoso, la gran cas­ca­da, única en Nor­man­día, es tam­bién la más grande del Oeste. Aquí, como en la Petite Cas­ca­de, encon­tra­mos una flora y una fauna excepcionales.

A poca dis­tan­cia, en el pueblo de Milly, la dis­ti­lle­rie Coque­rel puede abrir­le sus puer­tas e ini­ciar­le en los secre­tos de la des­ti­la­ción del calvados. Rodea­do de vege­ta­ción, el Manoir du Coque­rel se alza orgu­llo­so en medio de los huer­tos fru­ta­les desde 1937.

Apre­cia­da esta­ción bal­nea­ria, el «Mónaco del Norte» siem­pre ha sido cono­ci­do por su estilo de vida apa­ci­ble. Fan­tás­ti­cas vistas a las islas Chau­sey y degus­ta­ción obli­ga­da de la lan­gos­ta azul, la espe­cia­li­dad local. ¡Pre­gún­te­le a Jonathan en el Edulis ! Y para alar­gar la velada, un cóctel de Calvados en la Rafale, en pleno casco histórico.

¿Listo para soltar ama­rras? Le espera la nave­ga­ción tra­di­cio­nal a bordo de un his­tó­ri­co barco pes­que­ro en la bahía del Mont Saint Michel. Excur­sio­nes en barco de medio día, de un día entero o más largas, en grupo o indi­vi­dual­men­te. A Chau­sey, Jersey o Can­ca­le, como guste.

Cons­trui­do sobre un islote rocoso, esce­na­rio de las mareas más altas de la Europa con­ti­nen­tal, el Monte y su abadía escon­den no pocos teso­ros. Este monu­men­to es de visita obli­ga­da en Nor­man­día y forma parte del Patri­mo­nio Mun­dial de la UNESCO desde 1979.