Hacia la Côte
Fleurie

El monu­men­to his­tó­ri­co de Châ­teau du Breuil, le ofrece una expe­rien­cia única: des­cu­brir el pro­ce­so de ela­bo­ra­ción del Calvados Pays d’Auge a través de sus cinco sen­ti­dos, un embria­ga­dor espec­tácu­lo de luz y sonido.

Si viaja con niños, apro­ve­che la pro­xi­mi­dad de Cerza, uno de los par­ques zoo­ló­gi­cos más boni­tos de Fran­cia. Inclu­so cuenta con caba­ñas donde poder alojarse.

Un pueblo encan­ta­dor cons­trui­do a ori­llas del Calon­ne, con calle­jue­las flan­quea­das de facha­das con entra­ma­do de madera que alber­gan nume­ro­sas tien­das de anti­güe­da­des y de deco­ra­ción. En el inte­rior de este pueblo, Busnel, la mayor des­ti­le­ría de Nor­man­día, le abre sus puer­tas y le ofrece un viaje ini­ciá­ti­co en torno a la manzana

Ocu­pan­do el lugar de la Casa de Calvados más anti­gua, Père Magloi­re, Calvados Expé­rien­ce ofrece una expe­rien­cia mul­ti­sen­so­rial, un viaje a través de la his­to­ria de Nor­man­día para des­cu­brir los secre­tos del Calvados. Y por si fuera poco, una degus­ta­ción al final de la visita.

A pocos kiló­me­tros, inmer­so en el verdor del valle del Tou­ques, Calvados Drouin invita a visi­tar un lugar autén­ti­co y arte­sa­nal cons­trui­do con la arqui­tec­tu­ra típica del Pays d’Auge del siglo XVII. Calvados de una sola añada, mez­clas de añadas y cócteles.

Su paseo de tablas, sus som­bri­llas de colo­res, sus hote­les de lujo y su casino con­tri­bu­yen a la leyen­da… Entre paseo y paseo por la playa, se impone un cóctel en el Bar du Normandy.

En el camino, entre Trou­vi­lle y Hon­fleur, en el peque­ño muni­ci­pio de Pen­ne­de­pie, el Manoir d’Apreval ofrece una vista excep­cio­nal y le invita a una parada gastronómica.

Tierra de estua­rio, ciudad de pin­to­res con sus calles pin­to­res­cas, sus casas estre­chas cubier­tas de piza­rra, su Dár­se­na Vieja flan­quea­da por res­tau­ran­tes y su Lugar­te­nen­cia, Hon­fleur tiene un algo espe­cial que la hace irre­sis­ti­ble. Tómese su tiempo para pasear por las calles de la ciudad y des­cu­brir la Cave Nor­man­de o la Com­pag­nie des Calvados, dos bode­gas que ofre­cen dece­nas de refe­ren­cias de Calvados de las dife­ren­tes regio­nes de Normandía.