Tierras del
Pays d’Auge

¿Qué sería de Nor­man­día sin su famoso queso? Con una copa de Calvados.…mmm. Para enten­der y cono­cer todo sobre el queso más famoso del mundo, visite la Casa del Camembert.
Y de paso, dis­fru­te de la ruta del queso.

Para per­fec­cio­nar el mari­da­je, des­víe­se por Crout­tes, a dos pasos de allí, y visite el Domai­ne de la Galo­tiè­re. Encla­va­da en un valle, la fami­lia Oli­vier lleva medio siglo pro­ce­san­do man­za­nas y peras. Se puede inclu­so alqui­lar casas rurales.

Por último, en el muni­ci­pio de Saint-Aubin-Bon­ne­val, des­cu­bra las vir­tu­des de un spa ente­ra­men­te dedi­ca­do a la man­za­na. Fascinante.

Des­cu­bra los talle­res de ela­bo­ra­ción del queso en la Fro­ma­ge­rie Grain­dor­ge, para apren­der­lo todo sobre los quesos nor­man­dos. Pro­véa­se de un queso Liva­rot y ponga rumbo a Saint-Cyr-du Ron­ce­ray, donde le espera una de las más bellas bode­gas de Calvados. Jean-Roger Groult le intro­du­ci­rá en esta larga y gran tra­di­ción familiar.

La Basí­li­ca de Santa Teresa, monu­men­to his­tó­ri­co de estilo romá­ni­co-bizan­tino e impor­tan­te lugar de pere­gri­na­ción, es una de las mayo­res igle­sias eri­gi­das en el siglo XX. 600.000 visi­tan­tes acuden a ella cada año.

En Saint-Désir, un peque­ño pueblo junto a Lisieux, des­cu­bra la des­ti­le­ría « Le Père Jules », una de las más emble­má­ti­cas del Pays d’Auge. La fami­lia Des­friè­ches tra­ba­ja allí desde 1919.

Cam­bre­mer, un pin­to­res­co pueblo de Auge, es el punto de par­ti­da de la ruta de la sidra, un cir­cui­to de 40 km que reco­rre las pro­pie­da­des del Pays d’Auge. La dis­ti­lle­rie Pierre Huet, diri­gi­da por Fra­nçois-Xavier, está abier­ta al públi­co duran­te todo el año. A unos pocos metros, el Manoir de Gran­douet tam­bién cul­ti­va esta cien­cia ancestral.

De camino a Beu­vron, tome un desvío y haga una parada gas­tro­nó­mi­ca en la pro­pie­dad fami­liar domai­ne Louis Dupont en Victot-Pont­fol. Aquí des­cu­bri­rá todas las refi­na­das inter­pre­ta­cio­nes posi­bles en torno a la man­za­na y excep­cio­na­les añadas de calvados.

Como una postal, el pueblo de Beu­vron en Auge pre­ser­va la auten­ti­ci­dad con sus casas de entra­ma­do de madera. El famoso pintor David Hock­ney hizo de él su lugar predilecto.

En el pueblo vecino de Repen­tigny inclu­so es posi­ble dormir en un viejo barril de sidra, con­tem­plan­do las estre­llas copa de Calvados en mano.