Destilería
Coquerel

Desde 1937, producimos Calvados, Pommeau, Sidra y Ginebra en nuestra destilería familiar situada a pocos kilómetros del Monte Saint-Michel.
Fervientes defensores de la tradición, somos ante todo empresarios apasionados por la innovación. Estos aguardientes han sido seleccionados y mezclados por su carácter único y sus perfiles aromáticos que representan lo mejor del terruño normando.

Una aven­tu­ra fami­liar en mate­ria de bebi­das espi­ri­tuo­sas desde 1937, fecha en la que se des­ti­la­ron en la pro­pie­dad los pri­me­ros aguar­dien­tes de sidra y de perada de Normandía.
Desde 1971, la des­ti­le­ría está diri­gi­da por la fami­lia Martin, que pro­fe­sa un res­pe­to espe­cial por las téc­ni­cas tra­di­cio­na­les de ela­bo­ra­ción sin dejar de estar abier­ta a la modernidad.

El Domai­ne du Coque­rel hunde sus raíces en el inte­rior del bocage de Nor­man­día, a pocos kiló­me­tros del Monte Saint-Michel. La par­ti­cu­la­ri­dad de las man­za­nas de sidra de la AOC Calvados pro­ce­de de un terru­ño único y ha evo­lu­cio­na­do len­ta­men­te desde el siglo X, cuando se plan­ta­ron los pri­me­ros huer­tos de árbo­les fru­ta­les en Normandía.

La mezcla y el equi­li­brio de las varie­da­des de man­za­nas selec­cio­na­das para la ela­bo­ra­ción de sus sidras es lo que con­fie­re a los Calvados Coque­rel sus atri­bu­tos únicos.
Exis­ten cuatro fami­lias de man­za­nas: las amar­gas, que apor­tan equi­li­brio y armo­nía; las dulces, azúcar; las agri­dul­ces, tanino; y por último las ácidas, frescura.

En el Domai­ne du Coque­rel, la fami­lia Martin está con­ven­ci­da de que un gran Calvados es ante todo una gran sidra. La fami­lia con­tro­la todo el pro­ce­so de ela­bo­ra­ción de su Calvados en una bús­que­da ince­san­te del equi­li­brio per­fec­to entre la fres­cu­ra de la fruta y la finura del aguar­dien­te, fruto de un largo enve­je­ci­mien­to en barri­les de roble francés.
Las man­za­nas se selec­cio­nan, se reco­gen y se lavan cui­da­do­sa­men­te antes de pasar a la prensa. El zumo de man­za­na obte­ni­do fer­men­ta en la pro­pie­dad de forma espon­tá­nea. El maes­tro des­ti­la­dor selec­cio­na cui­da­do­sa­men­te los lotes de sidra una vez que han alcan­za­do su óptima madu­rez y los des­ti­la en una de sus tres colum­nas de cobre. Al entrar en con­tac­to con los barri­les de roble fran­cés, el Calvados recién des­ti­la­do com­ple­ta su ela­bo­ra­ción y gana en estruc­tu­ra y com­ple­ji­dad. Luego viene el papel estra­té­gi­co del jefe de bodega, que se encar­ga de que la madera nunca enmas­ca­re los aromas de la man­za­na, sino que los subli­me y amplifique.

El Domai­ne du Coque­rel es cono­ci­do por la altí­si­ma cali­dad de sus Calvados y ha sido galar­do­na­do con más de un cen­te­nar de meda­llas, inclu­yen­do cinco veces el gran premio de honor del pre­si­den­te de la Repú­bli­ca que recae en la bodega de Calvados más bonita.