Destilería
La Monnerie

En cuanto ponga un pie en nuestras bodegas, el olor le hará preguntarse si debe permanecer en silencio y degustar, o hablar y compartir… Le ofrecemos una experiencia auténtica para descubrir el proceso de elaboración del Calvados AOC internándose en nuestras bodegas que albergan barriles centenarios.

Escon­di­da en el cora­zón del bocage del depar­ta­men­to de Orne, en Nor­man­día, la his­to­ria de la casa Legay es en reali­dad la de una fami­lia de des­ti­la­do­res desde 1920. Espe­cia­li­za­da en la ela­bo­ra­ción de viejos Calvados, Sidra y Pom­meau desde hace tres gene­ra­cio­nes, la Des­ti­le­ría La Mon­ne­rie le da la bien­ve­ni­da a la Suiza nor­man­da en Orne, en Cerisy-Belle-Etoile al pie del Monte de Cerisy. Esta­mos muy ape­ga­dos a nues­tro entorno y a nues­tra tierra, carac­te­ri­za­da por cercos, prados y huer­tos de árbo­les frutales.

Nues­tro abuelo, cuyo nombre de pila era Cons­tant, marcó nues­tro des­tino. Este hombre nacido en 1891, de enorme per­so­na­li­dad, vivió su vida con una gran inten­si­dad. Su espí­ri­tu curio­so, ade­lan­ta­do a su tiempo, le llevó a adqui­rir tie­rras en las que plantó nume­ro­sos man­za­nos para cul­ti­var sus pro­pios huer­tos de árbo­les fru­ta­les, y en las que desa­rro­lló tam­bién una acti­vi­dad lechera.

Nues­tro padre Rémy le suce­dió en 1960, acom­pa­ña­do de su esposa Suzan­ne, que con suma dis­cre­ción garan­ti­zó a su hijo la trans­mi­sión de la casa familiar.

Desde 1988, Didier Legay, su nieto, con la ayuda de su esposa Isa­be­lle, tra­ba­ja las tie­rras de Cerisy-Belle-Etoile y con­ti­núa la tra­di­ción de la ela­bo­ra­ción del Calvados con el mismo alam­bi­que de más de un siglo de anti­güe­dad, fiel tes­ti­go de la vida de nues­tros mayores.

En la actua­li­dad, nues­tros huer­tos de árbo­les fru­ta­les cubren una exten­sión de 13 hec­tá­reas, en un suelo ácido y limoso, con dos tipos de huer­tos, los tra­di­cio­na­les de tronco alto, donde las vacas pueden pastar tran­qui­la­men­te por debajo, y los de tronco bajo, donde se corta la hierba regularmente.

Segui­mos man­te­nien­do nues­tra acti­vi­dad agrí­co­la de explo­ta­ción mixta con una zona de pro­duc­ción leche­ra. Nues­tros dos hijos han vuelto a la finca con noso­tros, la cuarta gene­ra­ción está asegurada.

Tene­mos suerte de tra­ba­jar en fami­lia, es una trans­mi­sión de padre a hijo con una sen­si­bi­li­dad propia de la gente de la tierra que no se puede expli­car. Cada gene­ra­ción ha podido com­par­tir su pasión. Este patri­mo­nio fami­liar refle­ja el estilo y el sabor de nues­tros Calvados. Cada Calvados tiene su per­so­na­li­dad, su com­ple­ji­dad y su temperamento.
Nues­tro Calvados enve­je­ce en barri­les de roble fran­cés que favo­re­ce los dife­ren­tes inter­cam­bios entre el aguar­dien­te, la madera y el aire, y per­mi­te el desa­rro­llo de deli­ca­dos y ricos aromas ama­de­ra­dos de gran calidad.

En nues­tra bodega, tene­mos una gran diver­si­dad de Calvados, desde los más afru­ta­dos hasta los más ama­de­ra­dos. Le invi­ta­mos a des­cu­brir nues­tro mundo, en el que el saber hacer y la cali­dad siguen siendo las preo­cu­pa­cio­nes de nues­tra fami­lia desde 1920.

Las visi­tas las atien­de siem­pre un res­pon­sa­ble de la pro­pie­dad para trans­mi­tir­le un ver­da­de­ro saber hacer.